Sinopsis:

«Cenicienta lleva muerta doscientos años. Estoy enamorada de mi mejor amiga y los soldados me persiguen».

Han transcurrido doscientos años desde que Cenicienta encontrara a su príncipe, pero el cuento se ha acabado. Ahora las jóvenes adolescentes son requeridas para asistir al baile anual, donde los hombres del reino seleccionan a sus esposas en base al despliegue de galas y atuendos de las jóvenes. Las chicas que no son elegidas desaparecen sin dejar rastro.

Sophia es una joven de dieciséis años que preferiría más que nada en el mundo casarse con Erin, su mejor amiga, antes que desfilar delante de los pretendientes. Al llegar al baile, toma la decisión desesperada de huir y acaba ocultándose en el mausoleo de la princesa. Allí conocerá a Constance, descendiente de una de las hermanastras de Cenicenta.

Reseña:

En esta novela Kalynn Bayron nos trae una historia de cuento. En este caso es el pueblo de Cenicienta, Lille. Una vez que el príncipe Encantador llega al trono y se enamora de Cenicienta, las leyes del lugar se vuelven duras e inflexibles hacia las mujeres. Al principio lo disfraza en preocupación por las mujeres, pero termina siendo una asfixia total. El hombre lo es todo y la mujer no tiene voz ni voto en nada, ni siquiera en con quien quiere pasar el resto de su vida.

En este reino, todos los años hay un baile, donde las mujeres son elegidas por los hombres para ser su pareja, si van al baile tres veces y no han sido elegidas pasan a ser proscritas. Esto genera muchísimo estrés a todas las mujeres del reino y a los padres de estas que deciden gastarse todo lo que tienen para que su hija vaya a palacio como la autentica Cenicienta.

Pero no todo es lo que parece y el cuento no es la realidad de lo que pasó en la vida de Cenicienta. Sophie, una muchacha que no ve justo el trato que se le da a las mujeres, decide revelarse ante el sistema y el día del baile huye del palacio para intentar parar al rey Manford y ser libre. Las cosas no serán sencillas ya que es buscada por toda la guardía real. Y ahí es cuando conoce a Constance, descendiente de una de las hermanastras de Cenicienta.

Esta novela es una buena forma de dejar claro que la época de los cuentos de hadas que anulaban la voluntad de la mujer ha terminado.

Pero hay detalles que no me han convencido. Uno de ellos son los personajes. Sophie es impulsiva y por su afán por cambiar las cosas no le importa arrastrar a quien sea. Me chocó lo voluble de sus sentimientos, pero tampoco me sorprende si tenemos en cuenta que es adolescente y que en otras obras como en Romeo y Julieta, pasa lo mismo. Y que, echémosle la culpa al lugar en el que ha crecido, no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor. Lo de juntar cabos no se le da muy bien.

Por otro lado, la forma de tratar a las personas porque tengan miedo, no me parece que el tema esté bien reflejado. El miedo al cambio y al enfrentamiento, al dolor; por un lado la protagonista cree entenderlo, pero al mismo tiempo no lo hace y es algo que está echando en cara constantemente. La gente no lucha por el cambio.

Una de las cosas que más me chocó es que la historia está narrada toda en presente. A veces no ayuda a entrar en la historia.
La mayor parte del libro es bastante predecible y se me ha hecho largo la mayor parte del tiempo, aunque he de decir que no me esperaba ese último giro dentro del castillo…

No me parece justo que porque el monarca sea cruel con las mujeres y tenga a algunos vasallos que piensen como él, que todos los hombres estén cortados por el mismo patrón. Y se da la casualidad que de todos los hombres que salen en el libro solamente hay uno bueno, que es homosexual y dos que son pasables, el padre de ella y el de una amiga, pero son malos por no luchar y protestar aunque se vayan a matar públicamente y las familias de esos dos hombres pasen a ser proscritos y terminen muriendo de inanición. (Pero que importa, hay que luchar).

Y la nota final no me tiene sentido, lo mejor hubiese sido saber como estaban las personas del pueblo. Qué pasó con Erin? Y con los otros arreglos forzados? Existe el divorció¿? Y todo eso queda sin respuesta, piensa lo que más te guste.

Además, derrocar a un rey para poner a otro, no termina de convencerme, ya se sabe que el poder corrompe en el noventa y nueve por ciento de los casos.

Y por dejarse leer, a pesar de que no me haya maravillado, se lleva las tres estrellas. Pero bueno, este es mi punto de vista, igual tu tienes otro… Me lo cuentas?

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