Sinopsis:

En 1923, Helena Lennox tiene diecisiete años y un único deseo: sustituir las calles de Londres por una vida de aventuras y excavaciones en tierras lejanas. En consecuencia, cuando sus padres se marchan a la India para investigar la desaparición de unos arqueólogos, ella decide acompañarlos… unos días después y a escondidas.
Son muchas las leyendas que circulan en torno a la ciudad fantasma de Bhangarh, pero Helena nunca ha creído en las supersticiones. No obstante, el príncipe Arshad de Jaipur (sí, ese que odia a los ingleses) le insiste en que se equivoca: Bhangarh está maldita y al anochecer, cuando el palacio real se tiñe de oscuridad, todo el que se adentra en sus muros desaparece sin dejar rastro.
En su recorrido por la exótica India de los años veinte, Helena se ve envuelta en una investigación en la que solo una verdad parece salir constantemente a la luz: nadie regresa de la ciudad de las sombras.

Reseña:

En este primer libro de la trilogía, Victoria Álvarez nos presenta a los personajes que participarán en las aventuras de Helena Lennox. He descubierto que el padre de Helena viene de una trilogía anterior que intentaré leer cuando pueda, porque todo ayuda a comprender a los personajes, aunque sean secundarios.

Helena deja Londres para seguir a sus padres hasta la India, como todavía es menor de edad, convence a un pasajero para que sea su acompañante y poder subir al barco que la llevará hasta Bombay. Sus padres la han dejado atrás en esta aventura, pero ella ha descubierto que el lugar que van a investigar es muy peligroso e intenta avisarles en persona. Mientras ella intenta localizar a sus padres con ayuda de la colonia inglesa y quedándose en casa de un noble hindú, intentarán asaltarla varias veces y se parece que los problemas la persiguen.

Entre su carácter dicharachero y directo, sus gustos por oír a escondidas y lo impulsiva que es en ocasiones, Helena conseguirá llamar la atención del thakur de la zona.

La historia comienza lenta pero a medida que vas leyendo se vuelve cada vez más adictiva.

Helena es una persona peculiar para su época, pero también es lo que conoce, aun así, las escenas y sus sentimientos son muy de la época, más bien tirando a inocentes. Ella tiene muy buen corazón, no desconfía y no tiene mentalidad sexual. Entre toda la aventura que vive en este libro, Helena se enamora, pero en ningún momento piensa en algo físico, es más sentimental. Y es algo muy tangible, no lo dice abiertamente pero es algo que está presente todo el tiempo.

Arshad es un hombre de valores que tendrá que replantearse muchas cosas a medida que avanza la historia, ya sea por los descubrimientos que hace como por sus sentimientos.

Los padres de Helena son en parte como el punto cómico, ya que su madre es seria y prudente mientras que su padre es tan imprudente o más que su hija. La relación que tiene con ellos, la situación y la sociedad en la que se desarrolla toda la acción. Ayudan a madurar a Helena a marchas forzadas.

Todo en la historia está muy bien explicado y se nota el gran trabajo de investigación que hay detrás, la cultura Hindú no es de las más sencillas precisamente. Y es una pena que no profundizase un poco más en su estilo de vida y cultura, pero así te deja ver lo justo para comprender muchas cosas sin llegar a ser cargante.

Eso si, pero que final es ese?? Te recomiendo que NO te termines el libro si no tienes la continuación a mano porque tendrás un shock.

Por eso y por mil detalles más esta maravillosa historia que te lleva a la India de los años veinte se lleva cuatro estrellas y continúo ya con el segundo libro, “El príncipe de los prodigios” del que ya he leído el prologo y… puf!

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