Sinopsis:

Cuando la primavera de 1924 llega a Nueva York, Helena Lennox y los suyos siguen intentando rehacer sus vidas tras lo acontecido en Nápoles… hasta que un encargo del Museo Británico les ofrece la posibilidad de cerrar heridas.
En su mansión de Tokio, los Matsudaira los esperan para trasladar al museo parte de su colección artística. Lo que Helena aún no sabe es que la familia cuenta con unos poderosos enemigos: alguien los quiere muertos a toda costa y los Lennox se hallan peligrosamente cerca de su objetivo.
Muy pronto descubrirán que la frontera que los separa del mundo de los muertos es más difusa de lo que creían, y el legendario incienso de los espíritus, capaz de traer a nuestra dimensión a quienes ya han partido, se convertirá en una obsesión tan tentadora como peligrosa. Al fin y al cabo, puede que no todos estén preparados para afrontar las despedidas.

Reseña:

Y ya estamos en el tercer y último libro de la saga de Helena Lennox, un libro más intenso y más emocionante que los anteriores, pasan muchísimas cosas desde el momento uno.

Desde el primer momento, los Lennox se encuentran en Nueva York, tomando unas vacaciones de sus quehaceres. Pero no por mucho tiempo. Lionel no está bien después de lo que pasó en Italia y las vacaciones no mejoran su animo, así que a su querida hija no se le ocurre nada mejor que aceptar un trabajo al otro lado del mundo. De esta forma los Lennox dejan América y se van a Japón, a pesar de estar advertidos del peligro que corren, Helena decide que es eso precisamente lo que necesitan. En Japón los problemas comienzan desde el momento uno. Y eso que ellos juegan con cierta ventaja. Arshad tiene un gran peso en todo el libro.

En la trama encontramos muchos líos, muchos intentos de asesinato, muchos malos entendidos y traiciones. Y muchos miedos a las perdidas, sean del tipo que sean.
Es una historia fantástica, aunque si que parece llegar menos que las otras.

La evolución de los personajes es patente, mucho más que en los anteriores, tanto en Helena y Arshad como en los padres de Helena.
Los padres de Helena hablan sobre sus asuntos como si ya supieras de lo que hablan, y se traen un montón de misterios que te dejan con mucha curiosidad, así que terminaré leyendo su trilogía más adelante.

Como en todos los libros de esta autora, la parte de investigación y adaptación del entorno es muy buena. Aunque hay unos pequeños fallos, pero hay que ser profesional de la cultura para pillarlos.

Por eso y por millones de detalles más se lleva unas fantásticas cuatro estrellas y espero poder leer pronto el Ciclo Dreaming Spires, que trata sobre las aventuras de Oliver y Lionel en su juventud.

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