Sinopsis:

En 1999, después de haber publicado tres novelas que pronto se convierten en obras de culto, el famoso escritor Nathan Fawles decide dejar de escribir y retirarse a Beaumont, una isla agreste y sublime situada cerca de la costa mediterránea francesa.
Otoño de 2018. Fawles no ha vuelto a conceder ninguna entrevista desde hace veinte años. Como sus novelas continúan cautivando a los lectores, la joven periodista suiza Mathilde Monney se planta en la isla con la firme resolución de averiguar su secreto.
Ese mismo día, aparece en la playa el cuerpo de una mujer y las autoridades acordonan toda la isla. Se inicia entonces entre Mathilde y Nathan un peligroso cara a cara en el que entrechocan verdades ocultas y mentiras no cuestionadas, y en el que el amor linda con el miedo…

Reseña:

En esta novela, al igual que las de este autor, se mantiene un lenguaje ligero pero que engancha. La historia comienza siendo una trivialidad, un chico que va a una isla a intentar conocer a su autor favorito e intentar saber porque dejó la escritura.
Donde al principio no aparece nada más que la vida sencilla de una isla pequeña del Mediterráneo, irá volviéndose en una situación bastante compleja a partir del descubrimiento de un cadáver. La historia detrás del asesinato pilla al lector bastante desprevenido, pues hasta el final no se tienen todos los puntos de vista.

El libro está escrito de una forma un poco extraña, con dos narradores y varias sorpresas. Los narradores son Raphaël, el joven que quiere conocer a su autor favorito, y Fawles, que es el escritor veterano. Además no tiene muchos personajes, la historia tiene cuatro personajes principales y los demás son de figuración. La narración es muy ligera, no parece que estes en ningún momento leyendo un thriller, no hay agobios ni situaciones oscuras, pero no por ello la situación decae.

Hay que leer todas las páginas hasta el final, bueno igual la de las citas no, pero el resto todo; es muy importante porque hay un tan realista epílogo que no lo es, porque contiene ciertos puntos que desvelan cosas del libro.

Otra cosa que me gustó mucho, que por lo general a mi no me suele llamar la atención, son las citas. Tiene muchísimas citas de escritores famosos y otras propias del protagonista que dan ganas de escribirlas. Como por ejemplo:

«Ser novelista no es un trabajo a tiempo parcial. Si eres novelista, lo eres veinticuatro horas al día. Nunca tienes vacaciones. Siempre estas en guardia, siempre al acecho de una historia, una idea, de una expresión, de un rasgo de carácter que podría nutrir a un personaje.»

Natán Fawles, protagonista de la vida secreta de los escritores.


Es ligero y rápido de leer, es un thriller que no lo parece. Fácilmente se puede leer en un día. Ya había leído algo de este autor y una de las cosas que más me gustan es esa ligereza al hablar y el giro argumental que nunca sabes por donde va a aparecer. Por todas esas cosas y algunas más se lleva un tres con setenta y cinco o casi cuatro. Es que después de Dolores Redondo darle un cuatro era mucho.

«Todo el mundo tiene tres vidas: la privada, la pública y la secreta»

Gabriel García Márquez

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