Sinopsis:

Lafcadio Hearn, nacido en la isla griega de Léucade en 1850 y fallecido en Tokio en 1904, fue el primer gran japonólogo de la literatura occidental, por sus relatos de fantasmas y sus libros de divulgación. Gracias a su mujer nipona conoció los cuentos tradicionales sobre espectros y apariciones, que se encargó de convertir en nuevos relatos tras someterlos a un cuidado proceso de reescritura y reelaboración. En este nuevo volumen, tras el gran éxito de Historias de fantasmas de Japón, Benjamin Lacombe vuelve a encontrarse con la voz de Hearn para ilustrar otros nueve relatos tradicionales nipones que nos descubren criaturas tan intimidantes y fascinantes como el samébito, los kitsune o los oshidori.

Reseña:

En esta ocasión Edevé nos trae una nueva recopilación de los textos de Lafcadio Hearn sobre los espíritus y criaturas de Japón. Una recopilación muy bien escogida.

En el interior de estas fantásticas tapas hay historias de criaturas conocidas por todos y más por los seguidores de la cultura, pero también historias menos conocidas.

Como en el libro anterior, podemos encontrar historias más largas y otras más cortas, más interesantes o un poco más pesadas. Pero todas narradas de forma sublime que acercan al lector a la cultura japonesa.

Me gustó especialmente la del Aoyagi. Me pareció una historia muy bonita. Y que además tiene varias de las mejores ilustraciones del libro.

Me decepcionó un poco que en la historia de los Kitsune se dedique a contar su procedencia y definir tipos de kitsune o Inari, que pueden o no pueden hacer. Me esperaba alguna historia en la que un zorro fuese el protagonista. Aun así, es un apartado muy interesante aunque se me hizo un poco largo. Se comprende muchas cosas de la cultura y mismo de series de televisión o de animes cuando lo lees.

Todo ello, con unas ilustraciones maravillosas, si y ya en el libro que habla de Yokai las ilustraciones eran preciosas, en este lo son más, pues hay una combinación de colores mayor y más agradable. Realmente hay ilustraciones que dejan sin palabras.


Este ejemplar vuelve a contar con varios juegos de Yokai con los que pasar el rato. Parecen aptos para todas las edades y entretenidos.

Por eso y por mil millones de detalles más se lleva cuatro estrellas. Igual debería ponerle más pero la decepción de los kitsune fue demasiado grande y no hay ilustraciones maravillosas que lo suplan…

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